martes, 9 de agosto de 2011

Watchmen: " The life is a Termodinamic Miracle"

- ¡ES UNA BROMA, TODO ES UNA BROMA!.

Han pasado ya dos años desde que un 7 de marzo de 2009 se estrenara la que es en mi humilde opinión una de las mejores por no decir la mejor, que me perdonen los fans de El Caballero Oscuro, película del género de superhéroes hecha hasta el momento. Sí amigos, así de rotundo y confiado me siento ante este gran producto llevado a cabo por el llamado "visionario" director de 300, Zack Snyder.
Desde el estreno de la estupenda y revolucionaria 300, esperaba con ansia la nueva pelicula de Snyder. Poco o nada sabía del producto original; la novela gráfica Watchmen creada por Alan Moore y Dave Gibbons allá por los años 80 ( 1986-1987) y editada por DC Comics.
Llegado el día del estreno y tras poco más de dos horas y cuarto de metraje cinematográfico, el montaje original supera la dos horas y media, la pelicula llega a su fin y siento que acabo de ver la mejor pelicula del año y del género de superhéroes. En los dias siguientes esa maravillosa intro de los créditos iniciales con la emblemática The times they are changing se visualizaba una y otra vez en mi cabeza y las ganas de un nuevo visionado aumentaba dias tras dias.
Tras varios visionados después del estreno,mi admiración hacia el film crecía y todo lo relacionado con el universo Watchmen me entusiasmaba sobre manera. Así que no tardé en comprar la obra original, el volumen que concentra los 12 tomos editado poco después de el estreno,  lo leí y degusté cada viñeta y diálogo comparándolo irremediablemente con cada escena del film.
Y es sobre este punto donde muchas criticas se apoyan para echar por tierra la originalidad de ésta. Nada más lejos de la realidad el producto de Snyder sólo podía hacer justicia al original adaptándolo desde un enfoque particular pero siempre siendo fiel, sin quitar ni añadir nada que no afecte a la trama y al ritmo del film. Pues es sin prisas pero sin pausas como se sostiene el ritmo en todo momento, deteniéndose en cada personaje sin excederse en diálogos superfluos que interrumpan el avance del film.

Tras un fundido en amarillo, el color sobre el que girará la fotografia, mezclándose con tonos violetas y azules, se nos presenta a un viejo y melancólico Edward Blake sentado en el sofá de su apartamento en uno de los muchos edicifios de Nueva York. A través del televisor se nos muestra el miedo e incertidumbre hacia el inminente apocalipsis nuclear que podría llegar a darse si la tensión entre EEUU y la URSS se rompiese. A cambio se nos da una pequeña esperanza de salvación encomendando la humanidad en manos de un ser superior llamado Dr. Manhattan. Esta pequeña recreación de un debate televisivo sintetiza bastante bien la atmósfera así como el contexto social y político de todo el film.
A continuación un añejo spot publicitario de un perfume que lleva la marca Veidt y que es acompañado del maravilloso tema de Nat King Cole, Unforgettable. El personaje se retrotae a tiempos gloriosos y disfruta de un buen puro. La escena posterior de la lucha entre Edward Blake el Comediante y "el asesino de enmascarados" es filmada con gran maestría con planos cortos y a dos luces, escondiendo en todo momento la identidad del asesino. Unforgettable termina con un Blake precipitándose al vacío y un smiley sangriento flotando en el aire antes de precipitarse y terminar en la acera. Así acaba la gran broma que toda la vida esperaba aguardarle al Comediante. Fundido en amarillo, sin duda el color del miedo y la ironía de la vida.
La pelicula arranca con unos titulos de crédito, uno de los mejores sin duda en la historia del cine, dignos de admirar una y otra vez que resume dos generaciones de superheroes enmarcándolos en escenarios y acontecimientos veridicos dándoles un punto de vista diferente.
Se produce la entrada en escena de uno de los personajes mas peculiares y auténticos de los Watchmen; Rorschach es el único vigilante que sigue en activo, un psicópata que combate el crimen de forma incansable. En todo momento se aferra a sus principios y moral absolutista de combatir toda forma de maldad de cualquier forma posible y a cualquier precio. Sus ideales antisistema son las que le hacen estar aun en activo a pesar de la Ley Keene.
Jackie Early Haley se pone en la piel de este personaje de una forma magistral. Una actuación soberbia consiguiendo expresar tanto a pesar de llevar una máscara de tinta como único medio de interpretación.
La película sigue su camino marcado, presentándonos de forma exitosa a cada uno de los personajes. Vamos conociendo profundamente cada uno de sus pensamientos, sus miedos, sus sueños, en definitiva todas y cada una de sus vivencias, ya sea en una narración directa a traves del mismo, flashbacks o pequeños y estimulantes retazos de lo que el espectador aún está por descubrir. Es en este aspecto en donde comprobamos como el director consigue plasmar  el "yo" interno de cada uno en pantalla, empatizando con ellos y sintiéndonos identificados. Pues a pesar de sus actos son seres humanos que compartimos los mismos miedos y sueños de inmortalidad ante un apocalipsis.
La evolución de los personajes y la trama del film llega a su climax cuando  deciden actuar dejándo atrás sus temores, y la teoría inicial de "el asesino de enmascarados" toca su punto mas alto descubriendo el gran secreto que pone el destino de la humanidad en manos de simples hombres enmascarados.
La misma carga recae sobre los hombros del "super hombre", Dr. Manhattan que mantiene su exilio en el planeta rojo. En él las dos versiones del Doctor, el hombre ( John Osterman) y el dios, mantienen una lucha interna para decidir si salvar o no el mundo de los hombres tras una decepcionante muestra de la condición humana. Sólo un milagro le separa de la humanidad y es en ella donde sólo puede darse. En el proceso de azar en el que dos células se fusionan dando lugar a una forma de vida tan específica y única.  " La vida es un milagro termodinámico".
Llegamos al final del film y el espectador mantiene el aliento con el "sacrificio" que la humanidad ha realizado para salvarse a si mismo, indirectamente el Dr Manhattan ha obrado el milagro con ayuda del hombre, el hombre llamado Adrian Veidt que como hizo antaño su alter ego Alejandro Magno, tuvo en sus manos la salvación del mundo con la sangre de unos pocos.
El "secreto" debe ser guardado y sólo "Dios" puede hacer ver al hombre su error y hacerle"reflexionar". Es lo que podemos ver en  la visceral e impactante escena entre el incansable Rorschach y el Dr. Manhattan. Se da una confrontación entre la visión en blanco y negro de un mundo abocado a la destrucción entre iguales y la confianza en una segunda oportunidad para la humanidad. "Dios" vuelve a confiar en los hombres.

Ya sabéis todos como se resuelve este conflicto: Nada acaba nunca, nada acaba jamás.




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